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En el mundo de los drones, la normativa europea ha establecido diferentes clases (de la C0 a la C6) en función de las características y usos permitidos. Recientemente, las clases C5 y C6 han cobrado importancia al estar destinadas a operaciones más complejas en la categoría específica (estándar). Un kit de conversión de C3 a C5 es un conjunto de accesorios diseñados para permitir que un dron certificado originalmente como clase C3 cumpla los requisitos técnicos de la clase C5. En otras palabras, permite transformar un dron C3 en un dron C5 añadiendo equipos de seguridad y modificando ciertos parámetros sin necesidad de adquirir un nuevo dron.
El objetivo principal de este kit es permitir que los drones existentes operen en escenarios operativos más exigentes (como los escenarios estándar STS-01 de la EASA) cumpliendo al mismo tiempo la normativa vigente. Las ventajas son evidentes:
Ante la falta inicial de drones con la marca C5 en el mercado, estos kits de conversión se han convertido en la mejor solución para cumplir la normativa europea sin esperar a nuevos modelos.
Implementar un kit de conversión de C3 a C5 no consiste solo en añadir hardware; implica cumplir estrictos requisitos técnicos y superar pruebas de verificación para garantizar que el dron modificado cumple la normativa. A un alto nivel, el kit y el dron combinado deben demostrar el cumplimiento de todos los requisitos C5 adicionales, manteniendo al mismo tiempo los requisitos C3 originales. A continuación se indican los requisitos principales y las pruebas asociadas:
El kit debe incluir instrucciones claras de instalación y utilizar interfaces existentes en el dron (por ejemplo, soportes específicos para paracaídas). No se permiten modificaciones invasivas en el dron (como la perforación de nuevos puertos); si el dron carece de interfaz, el kit debe proporcionar una solución adaptada. Durante la evaluación, se verifica que la fijación sea segura, que no se desprendan piezas en vuelo y que la presencia del kit no interfiera con elementos críticos (por ejemplo, hélices de movimiento libre, sensores sin obstrucciones y recepción de señal GPS).
El kit debe incorporar un FTS fiable que, al activarse, corte inmediatamente la propulsión. Este FTS debe ser independiente del control de vuelo automático del drony permitir su activacióntanto manual como automática.
A menos que el dron esté atado, debe incluir un sistema de reducción de la energía de impacto. Este paracaídas debe desplegarse rápidamente si el dron entra en caída libre, reduciendo la velocidad de descenso a niveles seguros. Algunos kits integran detección automática de caída libre (IMU-based)para desplegar el paracaídas sin intervención del piloto.
El dron debe disponer de un modo de baja velocidad que limite la velocidad a 5 m/s. Se verifica que la activación de este modo impide efectivamente superar este límite.
Un dron C5 debe supervisar la calidad del enlace de control (C2) y alertar al piloto de los problemas, utilizando al menos cuatro niveles de intensidad de señal (fuerte, media, débil, perdida), con alertas distintas para señal débil (precaución) y pérdida inminente (advertencia).